Profesionales de la Fundación Sentidos, creen que los talleres manuales ayudan a potenciar la creatividad de los más pequeños, además de unir a grupos con problemas parentales, por este motivo se llevó a cabo una sesión de “Mandalas” junto a niños, niñas, adolescentes y familias acogidas en el Programa de Prevención Focalizada de la comuna de Estación Central PPF.

La palabra Mandala, de origen sánscrito, una lengua clásica de la India, significa círculo perfecto. Los Mandalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales utilizadas en el budismo y el hinduismo. Un Mandala está constituido por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas que representa las características más importantes del universo y de sus contenidos. Su principal objetivo es fomentar la concentración de la energía en un solo punto durante la meditación.

Como ya podemos intuir, el principal beneficio que destacaremos sobre nuestros hijos cuando pintan mandalas va a ser que fomentan la atención y la concentración, pero sus beneficios van más allá:

1. Fomentan la atención y la concentración.
2. Promueven el bienestar interior del niño, al centrarse en una actividad placentera como es el hecho de pintar.
3. Favorecen su creatividad e imaginación.
4. Reducen el estrés y la ansiedad
5. Ayudan a desarrollar  la perseverancia y la constancia.
6. Permiten que trabajemos conceptos geométricos: círculos, triángulos, cuadrados, estrellas, …
7. Posibilitan que introduzcamos nuevo vocabulario, de colores, formas, tamaños o emociones.
8. Propician el aumento de la autoestima, al permitir que el niño cree algo propio y único.
9. Estimulan su sentido estético.

En resumen, pintar mandalas proporciona enormes beneficios a nuestros hijos siendo un excelente ejercicio de estimulación cognitiva, lo que los convierte en un elemento muy importante a tener en cuenta no solo en las aulas sino también en casa.