
¿Cómo comunicarse con un hijo o hija adolescente?
Los padres no deben malinterpretar la falta de respuesta como una señal de que sus hijos no les están escuchando”, dice el Dr. Robert Blum, director del programa de salud del adolescente en los Hospitales University en Minneapolis, y padre de tres hijos. Por el contrario, dice la Dra. Lia Gaggino, pediatra en Kalamazoo, Michigan. “Los niños quieren hablar y quieren sus comentarios”, aún si sus expresiones faciales y su lenguaje corporal parecen decir lo contrario.
-Vea a su hijo o hija cuando estén hablando. Le sorprenderá cuántas veces no levantamos la vista del periódico, la televisión o del lavado de los trastos cuando hablamos con nuestros hijos. Mantener el contacto visual es sólo una forma de comunicar silenciosamente, “Estoy realmente interesado en lo que tienes que decir”.
-No interrumpa. La misma sugerencia que les damos a nuestros hijos aplica también para nosotros. Respete su derecho a expresar su opinión, aún si no está de acuerdo con ella. Y, si su punto de vista está basado en un mal concepto, escúchelo antes de corregirlo, con tacto, sin ser transigente.
-Cuide el tono de su voz. Preguntar es una cosa; interrogar, usando un tono acusador, es otra cosa. Debe hacer su mejor esfuerzo para no contestar mal a su adolescente, como hacemos a veces cuando estamos presionados con el tiempo o agotados al final del día.
-Haga preguntas que estimulen la conversación. ¡Use sus recursos! Cree oportunidades para discutir haciendo preguntas que animen a los jóvenes a describir, explicar, compartir opiniones; mientras más específicas sean estas preguntas y más se basen en lo que usted ya sabe que está en la mente de su hijo, más eficaces serán. “¿Le gustó a tu clase de inglés tu discurso de esta mañana?” funcionará mucho mejor que “¿Cómo estuvo la escuela hoy?”
-Aproveche las oportunidades para conversar cada vez que pueda. Algunas veces dejamos de hablar (posponemos) con nuestros hijos, esperando el momento perfecto para hacerlo. Con los estilos de vida tan apresurados en la actualidad, esos momentos ideales llegan muy pocas veces.
Fuente: www.healthychildren.org