Se dice que agradecer las pequeñas cosas que nos dan felicidad, resulta un imán para más cosas buenas. Generando una actitud más positiva, y una consciencia del mundo que nos rodea, actitud que debemos ir transmitiendo a nuestros hijos.

Enseñar a los niños y niñas a dar gracias por las cosas  a temprana edad, los ayuda a apreciar más lo que tienen y a fortalecer su mente para atraer más y más cosas buenas a sus vidas.

Hacer un frasco de la gratitud es una forma fácil de agradecer en familia por todo lo que sucede en la familia y es un buen legado que se les da a los más pequeños.

Escribe un agradecimiento todos los días y motiva a tú familia a hacerlo. Es mejor si el recordatorio es todos los días a la misma hora, de esa forma será más fácil crear el hábito de agradecer todos los días.

Fuente: .lapelu.com.mx