Según un análisis publicado por el Grupo del Banco Mundial y UNICEF casi 385 millones de niños y niñas viven en situación de pobreza extrema.

En Chile el panorama no es muy distinto, ya que muchos menores se ven enfrentados a crecer de golpe, tomar responsabilidades y olvidar que también tienen el derecho de jugar.

El entorno en el que crecemos es fundamental para las conductas que adquirimos durante el resto de nuestras vidas. Y muchas veces cuando necesitamos de fuerza en alguna situación compleja viajamos al pasado y recordamos los aromas de la cocina de nuestra abuela, o los juegos con primos y hermanos. La Infancia es una etapa base en el desarrollo humano.

Estudios demuestran cómo algunos rasgos del comportamiento adulto están influidos por situaciones vividas y el clima en el que se desarrolló su Infancia. A raíz de esta afirmación, podemos encontrar las siguientes razones:

• Las relaciones que tenemos con nuestros padres y amigos cuando somos niños determinarán, en gran medida, cómo serán nuestras relaciones de pareja.
• Si un niño sufre maltrato durante su infancia es más probable que de adulto sufra trastornos mentales como la depresión.
• Las situaciones traumáticas pueden tender a enfermedades crónicas como la obesidad.
• La infancia marcada por una mala alimentación influye en el riesgo de padecer determinadas enfermedades.

Fuente: www.tomademi.org