El vínculo de madres e hijas puede ser complejo, pero verdaderamente es hermoso y no hay palabras para definirlo. Y esa complicidad y compañerismo particular entre confidentes y casi amigas, es visto a diario en Fundación Sentidos, y uno de esos casos se ve plasmado en Romy y Francisca Roco, que ingresaron al organismo el año 2017 y hoy ya terminado su proceso solo tienen palabras de agradecimiento para los miembros de la institución.

A Tommy y a Francisca no les costó integrarse a las diferentes actividades impartidas por Fundación Sentidos y aseguran que suelen ser buenísimas, ya que buscan la integración familiar, la prevención y protección hacia los menores.

Madre e hija aseguran que esta experiencia les sirvió a ambas, ya que fue un proceso de crecimiento y hoy Francisca tiene metas de estudio y de superación.

Tras este episodio de vida, Tommy afirma que le gustaría ser de ayuda para otras madres y padres que están viviendo este proceso junto a sus hijos e hijas.

Esta madre, enfatizó que “lo único que me queda por decir es muchas gracias a todos los miembros de la Fundación Sentidos, nos ayudaron mucho cuando más lo necesitábamos, en especial a la Srta.María.J.Navia y la Srta Alejandra, muy muy agradecida”.  Además agregó que «aprendí como mamá la perseverancia , la paciencia y la comprensión y sobre todo el amor por nuestros hijos que hace cambiar totalmente a nuestra persona».

Los especialistas creen que el vínculo entre madres e hijas si bien es uno de los lazos más maravillosos, no todo es color de rosas, pero se puede construir bases sólidas de convivencia, respeto y cariño con dedicación y paciencia.