No hay niños difíciles, lo difícil es ser niño en un mundo de gente cansada
Hoy exigimos paz y tranquilidad mientras nuestra mente no deja de revolucionar, queremos silencio pero nuestros pensamientos nos atacan como si fueran altavoces, queremos tiempos fuera pero nosotros no nos los tomamos.
Necesitamos estar tranquilos para tranquilizar, y estar en paz para dar paz. Si somos caos nuestros hijos estarán en un torbellino. Y ellos no tienen la culpa, ellos sólo quieren brincar, cantar y gritar, explorar el mundo y conocer sus límites.
Fuente: www.naranxadul.com