Muchos padres y madres hablan de sus hijos como si fueran sus dueños, pero lo real es que somos solo guías en su vida y al ser esponjitas resultan ser nuestro vivo reflejo. Los menores  asimilan como normal lo que ven en casa, según sea la convivencia de sus padres probablemente establecerán sus relaciones en el futuro. Para nadie es desconocido que el núcleo familiar es el pilar de un ser humano, tema recurrente en las intervenciones realizadas por profesionales de Fundación Sentidos.

Los hijos imitan las conductas de los padres, y si deseas que tus hijos e hijas tengan un estilo de vida saludable, hazlo; si quieres que no fumen, no fumes, si quieres que no beban tampoco lo hagas, etc. Bien dicen que un ejemplo vale más que mil palabras.

A continuación una receta para ser un buen ejemplo a seguir:

1 pieza de ejemplo diario y positivo
2 cucharaditas de cuidado
5 gotas de constancia
1 taza de obligación

Agregar valores continuamente
Condimentos: Actitud positiva, alegría y cariño
Recomendación del chef: un clima de confianza y buena comunicación en la casa promueven los valores y la seguridad logrando crear raíces permanentes e impresiones duraderas.

Fuente: http://www.salud180.com